Programa nuclear iraní
Cooperación entre países occidentales e Irán
1957: El sah Mohamed Reza Pahlavi firma un acuerdo con EE.UU. sobre cooperación en la investigación del uso pacífico de la energía atómica bajo el auspicio del programa Átomos para la Paz del presidente Dwight Eisenhower.
1958: Irán se convierte en miembro del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), creado un año antes.
1963: Irán se une al Tratado de Prohibición Parcial de Ensayos Nucleares, con la URSS, EE.UU. y el Reino Unido.
1967: Se funda el Centro de Investigaciones Nucleares de Teherán, bajo el auspicio de la Universidad de Teherán, y se pone en marcha un reactor estadounidense de una potencia de 5 megavatios: usa como combustible más de 5,5 kilogramos de uranio altamente enriquecido. El mismo año EE.UU. suministra a Irán unos cuantos gramos de plutonio y las denominadas 'celdas calientes', capaces de producir hasta 600 gramos de plutonio al año.
1968: Irán firma el Tratado de No Proliferación Nuclear.
1970: Irán ratifica el Tratado de No Proliferación Nuclear.
1974: Se crea la Organización de Energía Atómica de Irán. El sah aprueba el programa nuclear del país: la construcción con ayuda de EE.UU. de 23 centrales nucleares de una potencia total de 23 gigavatios para el año 2000. El mismo año, en colaboración con Francia, Irán empieza a edificar el centro de investigaciones atómicas de Isfahán.
1975: El consorcio alemán Kraftwerk Union AG firma un acuerdo con Teherán para construir el reactor de la primera central nuclear iraní, Bushehr.
1976: El presidente de EE.UU. Gerald Ford firma una directiva de cooperación con Irán destinada a proporcionar a empresas estadounidenses ganancias millonarias. El documento contempla la adquisición por parte de Irán de las instalaciones de procesamiento, de construcción estadounidense, para extraer plutonio del combustible del reactor nuclear. Según Ford, "la energía atómica cubrirá las necesidades crecientes de la economía iraní y librará las reservas petroleras para la exportación o el uso en la industria petroquímica".
1979: La Revolución Islámica interrumpe las investigaciones atómicas: las nuevas autoridades congelan los proyectos de centrales nucleares. Compañías extranjeras y sus especialistas son expulsados del país. La mayoría de los expertos iraníes emigra.
1981: Teherán decide continuar con el programa atómico. En sus informes al OIEA detalla que su punto de partida será Isfahán, que se dedicará a "la transferencia y desarrollo de tecnología nuclear" y que se ocupará de pruebas de material y experimentos, también con uranio.
1983: Expertos del OIEA quieren participar en el proceso de fabricación del combustible del reactor y en el diseño de plantas piloto para la conversión de uranio iraní. Sin embargo, Washington interviene directamente para impedirlo.
1984: Surgen los primeros informes que advierten de la capacidad de Irán de fabricar armas nucleares en el futuro.
1984-1988: Los reactores de la central de Bushehr sufren numerosos bombardeos durante la guerra Irán-Irak (1980-1988). El programa nuclear de la república islámica queda de nuevo suspendido.
1992: Irán firma un acuerdo de colaboración con Rusia en la esfera de la energía atómica. El mismo año los inspectores del OIEA visitan las instalaciones nucleares iraníes y concluyen que persiguen fines pacíficos.
1995: EE.UU. impone unilateralmente sanciones económicas contra Teherán. Ese mismo año la república islámica y Rusia llegan a un acuerdo sobre la reanudación de la construcción de la central nuclear en Bushehr.
Crisis diplomática
En 2002 el presidente de EE.UU., George W. Bush, incluyó al país persa en el así llamado 'Eje del Mal', una serie de naciones que, según Washington, apoyan el terrorismo.
En 2003 EE.UU. acusó a Teherán de contemplar planes para dotarse de armamento nuclear. No obstante, a finales de ese año, y con la mediación de Francia, Alemania, Rusia y Reino Unido, Irán firmó el Protocolo Adicional del Tratado de No Proliferación Nuclear. De conformidad con el documento, el país permite la inspección de sus instalaciones nucleares. El OIEA concluyó que los equipamientos nucleares iraníes no estaban relacionados con ningún programa secreto de armas atómicas.
En 2004, el jefe negociador iraní, Hasán Rohaní, inició voluntariamente una suspensión temporal del programa de enriquecimiento de uranio.
Durante los años 2005 y 2007 el programa nuclear iraní volvió a ser motivo de una crisis diplomática.
En 2006, el presidente Mahmud Ahmadineyad anunció la reanudación del programa de enriquecimiento de uranio, lo que provocó que Francia, Alemania y Reino Unido suspendieran las conversaciones sobre el programa nuclear iraní y que el OIEA llevara el caso de Irán al Consejo de Seguridad de la ONU.
Para frenar el supuesto desarrollo de armas nucleares, Washington volvió a imponer sanciones económicas a Irán. Ello a pesar de que un reporte de la CIA descartó la posibilidad de que Irán fuera a producir armas nucleares a medio plazo.
En 2011, el OIEA publicó un informe denunciando que Irán había adquirido la tecnología necesaria para crear una bomba nuclear, que fue confirmado por Washington. Como reacción a la potencial amenaza iraní, se elaboró una nueva serie de sanciones por parte del Consejo de Seguridad de la ONU, que agrupó a entidades financieras iraníes, como el Banco Central, y que incluyó el embargo petrolero por parte de EE.UU. y la UE.
En 2012, el OIEA anunció un importante avance en la resolución del problema iraní, al alcanzar un principio de acuerdo sobre la inspección del complejo Parchin donde, supuestamente, podrían llevarse a cabo experimentos nucleares.
Situación actual
En noviembre de 2013 el llamado Grupo 5+1 (o sexteto de mediadores internacionales), formado por Alemania, China, Estados Unidos, Francia, Rusia y el Reino Unido, firmó en Ginebra un acuerdo interino con Irán. Estipuló congelar las actividades científicas iraníes que provocaban más preocupación en la comunidad internacional –en especial el enriquecimiento de uranio al 20%– a cambio de la suspensión parcial de las sanciones.
El 2 de abril de 2015 el Sexteto de mediadores logró llegar a un "entendimiento histórico con Irán", según expresó el presidente de EE.UU., Barack Obama. Las partes acordaron los principales puntos de un documento multilateral final que aún está por redactar. Los ministros de Asuntos Exteriores de los países del Sexteto, Irán y la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad convinieron redactar el texto del acuerdo para el 30 de junio del mismo año.
Irán aceptó reducir de 19.000 a 6.000 el número de centrifugadoras de enriquecimiento de uranio y trasladar el resto del equipo para el enriquecimiento a almacenes controlados por el OIEA. Teherán asegurará el acceso de los inspectores internacionales a sus instalaciones nucleares durante los próximos 25 años. A su vez, la UE y EE.UU. acordaron levantar las sanciones impuestas a Irán tanto de forma unilateral como a través del Consejo de Seguridad de la ONU.
El 14 de julio de 2015 en la ciudad austriaca de Viena Irán y el Sexteto de mediadores internacionales lograron firmar el acuerdo sobre el programa nuclear iraní. La última ronda de negociaciones se prolongó durante 18 días y acabó con la adaptación de un documento final, acompañado por cinco anexos. Su ejecución levantará por completo, aunque por etapas, las sanciones económicas y financieras impuestas previamente contra Irán por parte del Consejo de Seguridad de la ONU, EE.UU. y la Unión Europea.
El 20 de julio de 2015 el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad una resolución de apoyo al acuerdo nuclear entre Irán y el Sexteto de mediadores internacionales. El documento prevé la abolición de todas las sanciones impuestas a Irán si la República Islámica, bajo la supervisión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), cumple en los próximos diez años con todas las obligaciones previstas en el acuerdo con el Sexteto. Se espera que después del primer informe del OIEA en este diciembre dejen de tener efecto las siete resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU adoptadas en los últimos años en relación al programa nuclear de Irán. De esta forma el país persa verá aliviadas las sanciones internacionales. Después, se levantarán por etapas las restricciones impuestas a Irán en diversos campos.
La resolución también contempla renovar el régimen de sanciones si Irán no cumple con sus obligaciones. Este mecanismo permanecerá vigente durante diez años. El acuerdo establece que si durante este período se produce cualquier violación grave por parte de Irán, las sanciones se evitarán solo en el caso de adopción de una resolución correspondiente del Consejo de Seguridad de la ONU. Si al menos uno de sus miembros permanentes vota contra la resolución, las sanciones se renovarán automáticamente durante 30 días.