La concentración de elementos tóxicos en Moscú supera en 4 veces la norma
La manta de humo que ha estado cubriendo Moscú desde hace varios días este sábado apenas se hizo un poco más transparente. Al mediodía los especialistas del Departamento de Sanidad de Moscú anunciaron que la concentración de monóxido de carbono en el aire había bajado algo y por el momento supera en cuatro veces las normas permitidas. Pero los habitantes de la capital siguen inhalando el humo cáustico que complica la respiración, irrita los ojos y limita la visibilidad.
"Se ha registrado un descenso del nivel de óxido carbónico y ahora su concentración sobrepasa la norma en cuatro veces. La concentración de partículas en suspensión y de hidrocarburos es tres veces más alta de lo permisible", informó una especialista del Departamento de Sanidad. Señaló que la situación ecológica sigue siendo complicada, por eso "las recomendaciones de tratar de no pasar mucho tiempo al aire libre y de usar mascarillas húmedas en caso de salir a la calle, siguen pendientes".
La capa sobre Moscú, que, según la Nasa, es tan densa como las nubes de cenizas volcánicas, influye en el funcionamiento de los aeropuertos capitalinos. Decenas de vuelos ya han sido retrasados o anulados debido a la baja visibilidad que no alcanza a más de 400 metros.
La lucha continúa
A partir de hoy los equipos de bomberos del Ministerio de Situaciones de Emergencia van a trabajar 24 horas diarias para apagar los incendios de las turberas. Inicialmente durante las noches los equipos sólo vigilaban las zonas peligrosas, pero como el número de los focos incendiarios ha aumentado hasta 564, los bomberos trabajarán ocho horas más. Todos los equipos técnicos necesarios ya están preparados. En total, para apagar las llamas se han destinado más de 80.000 máquinas (incluso aviones y robots) y más de 160.000 funcionarios se han incorporado a los trabajos.
El Gobierno de Rusia anunció que todas las víctimas de los incendios recibirán indemnizaciones y prometió construirles nuevas viviendas en un plazo de tres meses. El presidente ruso, Dmitri Medvédev, transfirió a las víctimas de los incendios 350.000 rublos de sus propios recursos, lo que puede ser un buen ejemplo a seguir por todos los funcionarios y ciudadanos compasivos.
¿Cómo sobrevivir en el humo?
Los médicos, perplejos ante estas condiciones aptas para filmar una película apocalíptica pero totalmente ineptas para la vida, se pierden a la hora de dar consejos profesionales. Insisten en que la única manera de protegerse que resultaría realmente eficaz es abandonar la ciudad hasta que se normalice la situación. Sin embargo, a los que se quedan en Moscú les recomiendan que se abstengan de las comidas rápidas, que coman frutas variadas y… que tomen más vino seco.
"En primer lugar hay que comer productos que contienen celulosa, como verduras y frutas pues ayudan a sacar del organismo diferentes elementos dañinos", contó una médica de una de las clínicas capitalinas, Irina Grómova. Aconsejó además tomar más líquidos y señaló que un poco de vino tinto seco tampoco vendría mal, ya que es un buen antioxidante. También se recomienda consumir menos carne, pescado y productos grasos y concentrarse más en sopas livianas.
Mientras el humo y el intenso olor a quemado penetra en las viviendas, las oficinas y hasta en los túneles del metro, los pronósticos no dan motivos para alegrarse. Según los meteorólogos, los moscovitas sentirán el olor a quemado hasta que el viento que arrastra la toxicidad a la capital cambie su dirección. Los especialistas afirman que esto no pasará antes del martes.