Economía
Francia discute sobre impuestos mientras su mayor fortuna se nacionaliza belga
El hombre más rico de Francia, Bernard Arnault, confirmó este sábado que ha solicitado la nacionalidad belga. El anuncio coincide con el debate en Francia sobre el incremento de la presión fiscal a las grandes fortunas.
Bernard Arnault, presidente del grupo de empresas de productos de lujo LVMH, confirmó a través de un comunicado que ha presentado su petición para recibir la nacionalidad belga.
El documento indicó que Arnault, originario del norte de Francia, tiene "numerosos vínculos con Bélgica, tanto en el plano personal y familiar, como en el profesional”.
Aunque el multimillonario subrayó que mantendrá la nacionalidad francesa y continuará siendo residente fiscal en Francia, el anuncio se produce justo cuando en el país se debate acerca de la aplicación de una de las promesas electorales del presidente socialista, François Hollande. En la campaña electoral, el entonces candidato a mandatario aseguró que si ganaba los comicios, elevaría la presión fiscal sobre las rentas superiores al millón de euros al 75%.
Según algunos medios galos, el Gobierno francés podría estar considerando aplicar esa reforma con matices para evitar de este modo una salida masiva de grandes fortunas del país. Así, la iniciativa afectaría exclusivamente a las personas que ganen más de un millón de euros por sus actividades y no por los beneficios obtenidos por su capital, tales como la venta de una empresa o de paquetes accionariales. Asimismo, para una persona casada, la tasa de imposición se aplicará a partir de ganancias de dos millones de euros al año.
De acuerdo con el diario Le Figaro, la medida únicamente afectará a los dirigentes de las grandes empresas, ya que los artistas o deportistas quedarían excluidos del nuevo impuesto por contar con ingresos "aleatorios".
Desde el Elíseo se insiste en que Hollande siempre ha señalado que ese impuesto tenía un carácter más simbólico que retributivo y que pese a las reformas que pueda sufrir, seguirá afectando a los más ricos.
Arnault, considerado el hombre más rico de Francia y el cuarto a nivel mundial, cuenta con una fortuna que en 2011 se estimó en unos 41.000 millones de dólares. Entre las marcas del grupo LVMH se encuentran algunas de las del sector del lujo más conocidas del mundo, como Louis Vuitton, Givenchy, Dom Pérignon y Christian Dior.
El documento indicó que Arnault, originario del norte de Francia, tiene "numerosos vínculos con Bélgica, tanto en el plano personal y familiar, como en el profesional”.
Aunque el multimillonario subrayó que mantendrá la nacionalidad francesa y continuará siendo residente fiscal en Francia, el anuncio se produce justo cuando en el país se debate acerca de la aplicación de una de las promesas electorales del presidente socialista, François Hollande. En la campaña electoral, el entonces candidato a mandatario aseguró que si ganaba los comicios, elevaría la presión fiscal sobre las rentas superiores al millón de euros al 75%.
Según algunos medios galos, el Gobierno francés podría estar considerando aplicar esa reforma con matices para evitar de este modo una salida masiva de grandes fortunas del país. Así, la iniciativa afectaría exclusivamente a las personas que ganen más de un millón de euros por sus actividades y no por los beneficios obtenidos por su capital, tales como la venta de una empresa o de paquetes accionariales. Asimismo, para una persona casada, la tasa de imposición se aplicará a partir de ganancias de dos millones de euros al año.
De acuerdo con el diario Le Figaro, la medida únicamente afectará a los dirigentes de las grandes empresas, ya que los artistas o deportistas quedarían excluidos del nuevo impuesto por contar con ingresos "aleatorios".
Desde el Elíseo se insiste en que Hollande siempre ha señalado que ese impuesto tenía un carácter más simbólico que retributivo y que pese a las reformas que pueda sufrir, seguirá afectando a los más ricos.
Arnault, considerado el hombre más rico de Francia y el cuarto a nivel mundial, cuenta con una fortuna que en 2011 se estimó en unos 41.000 millones de dólares. Entre las marcas del grupo LVMH se encuentran algunas de las del sector del lujo más conocidas del mundo, como Louis Vuitton, Givenchy, Dom Pérignon y Christian Dior.
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