El Vaticano alerta que las injusticias y la violencia contra los latinos reinan en EE.UU.
"En EE.UU. se levantan no solo muros físicos con México, sino que también se impone a menudo la separación de las familias de los hispanos inmigrantes y la deportación de muchos hispanos indocumentados que viven en el país o incluso nacieron allí (sic)", dijo en un informe el secretario de la Comisión Pontificia para América Latina, el profesor Guzmán Carriquiry.
Se levantan no solo muros físicos con México, sino que también se impone a menudo la separación de las familias"
En su opinión, existe mucha ignorancia y prejuicios que obstaculizan los sentimientos de fraternidad entre latinoamericanos y estadounidenses. "La Iglesia Católica —explicó el ponente— respeta la legítima legislación de cada país, pero no puede dejar de considerar a los inmigrantes desde un punto de vista humano y caritativo".
Carriquiry recordó asimismo los problemas que se han agravado mucho en los recientes años fuera del territorio estadounidense, como "la violencia urbana que azota muchas regiones del continente y las agresiones contra la vida, el matrimonio entre hombre y mujer y la familia". Destacó en especial a los miles de centroamericanos que recorren México de sur a norte sufriendo toda clase de vejaciones y violencia.
En un intento de síntesis el secretario de la Comisión Pontificia instó a pasar "de la dialéctica de la sospecha, del rechazo y las acusaciones a una actitud de respeto, diálogo y negociaciones (…), de justicia y equidad para todos los americanos".