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EE.UU. encabeza la lista de migrantes extranjeros en este país latinoamericano
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Ciudadanos estadounidenses encabezan la lista de extranjeros residentes y de turistas en México, lo que demuestra otra faceta de la importancia de la relación bilateral de dos países vecinos, que enfrentan una fuerte tensión desde que Donald Trump comenzó su segundo mandato como presidente de EE.UU.
De acuerdo con los datos oficiales del Gobierno de México, el año pasado ingresaron al país 18,9 millones de extranjeros, de los cuales el 64,4 % provino de EE.UU., principalmente por motivos turísticos, y en su mayoría arribó por vía aérea a la Ciudad de México y a Cancún.
Y ya no llegan solo de visita. Cada vez son más los estadounidenses que buscan la manera de radicar de manera definitiva en México. Así lo demuestra el hecho de que, entre 2022 y 2024, el número de estadounidenses que residen en ese país aumentó de 543.834 a 735.104 entre 2022 y 2024. Representan el 67,5 % del total de los migrantes extranjeros.
Tan solo en 2024 se expidieron 26.083 permisos de residencia temporal o permanente para ciudadanos estadounidenses, aunque no todos los que van a México regularizan su situación migratoria.
Por eso, en 2023, fueron devueltas a EE.UU. 350 personas. En 2024, el número bajó a 212. El año récord fue 2016, cuando se registraron 2.304 deportaciones de estadounidenses. Actualmente están en proceso 1.264 expedientes de ciudadanos de ese país que no han regularizado sus trámites migratorios y que podría sufrir la misma suerte.
Pero, a diferencia de Trump, la presidenta Claudia Sheinbaum no tiene un discurso contra la migración, ni ataca o estigmatiza a los extranjeros que residen en el país.
Perfil
La agenda migratoria suele centrarse en los mexicanos que viven en EE.UU. y su múltiple impacto social, cultural y económico. En el caso contrario, se enfoca en los estadounidenses de la tercera edad que buscan vivir su jubilación en México y, más recientemente, en los hijos de migrantes mexicanos que nacieron en EE.UU. y que regresan al país de sus padres y madres.
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Así lo establece el investigador Pedro Paulo Orraca Romano en su estudio "Inmigrantes estadounidenses en México: Análisis de sus características socioeconómicas y laborales", en el que subraya la necesidad de estudiar a esta población migrante porque es la más grande del país y aumentó de manera drástica, entre 2000 y 2020.
En términos generales, explica, se trata de una población joven constituida en mayor parte por personas menores de 25 años, es decir que ya no son principalmente jubilados. Además, cuentan con mayores niveles de escolaridad y perciben mayores salarios que los mexicanos, porque reciben un trato preferencial en el mercado de trabajo nacional.
El perfil demográfico, añade, revela una mayor inmigración femenina, ya que el 50,9 % de las personas estadounidenses que radican en México son mujeres.
Con respecto a la economía, un porcentaje importante de estadounidenses en México son dueños de propiedades, empleadores y consumidores en los negocios locales que demandan una amplia gama de servicios, lo que trae efectos positivos al estimular la actividad económica, pero también negativos porque intensifica desigualdades, degrada el medio ambiente e incrementa los precios de ciertos bienes y servicios como, por ejemplo, la vivienda.